Santiago Creel, Secretario de Gobernación de Vicente Fox y quien no logró la candidatura presidencial del PAN en 2006 y 2012 expone, en entrevista con SinEmbargo, cómo se armó la coalición “Va por México”, en el domicilio de Claudio X. González Guajardo, y el papel relevante que desempeñó Gustavo de Hoyos, expresidente de la Coparmex.
–Con información de Obed Rosas
Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo).– No fue sencillo ni rápido. La construcción de la coalición “Va por México”, integrada por PAN, PRI y PRD, llevó meses y numerosas reuniones, semanales y cada tercer día, hasta que se amarró, con una “agenda ciudadana”, en la casa del magnate Claudio X. González, en Las Lomas de Chapultepec.
Lo cuenta Santiago Creel Miranda, quien fue el coordinador político de la campaña presidencial de Ricardo Anaya en 2018, de cuya coalición con el PRD y el partido Movimiento Ciudadano fue articulador, y ahora irrumpe para ser Diputado federal y constructor de la alianza con el PRI para enfrentar el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
“Ya teníamos una base común, porque nuestros coordinadores habían formado un bloque opositor y todo esto nos lleva a tener una dinámica, un diálogo constante, primero cada 15 días y después cada tercer día nos reuníamos”, dice Creel.
–¿Ahí en la casa de Claudio X. González?
–En esto se unen con nosotros tanto Claudio (X. González) como Gustavo (De Hoyos) para plantearnos una agenda, una agenda como representantes de diversas organizaciones ciudadanas, más de 300, para suscribir con nosotros.
Y esta coalición, llamada también PRIAN, tiene también en el escenario postular un candidato presidencial común de los tres partidos en 2024, reconoce Creel, viejo adversario de López Obrador:
“Nunca se habló formalmente de ello ni hay un compromiso sobre eso, pero sí está en mente de muchos de los que estamos viendo este escenario. La prueba de fuego es la elección, la segunda prueba de fuego será el comportamiento que tenga la coalición en la Legislatura y, si todo eso va bien, yo veo que podría haber condiciones de empezar a platicar eso en su momento”.
El Secretario de Gobernación de Vicente Fox y quien no logró la candidatura presidencial del PAN en 2006 y 2012 expone, en entrevista con SinEmbargo, cómo se armó la coalición “Va por México”, en el domicilio de González Guajardo, y el papel que desempeñó Gustavo de Hoyos, expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Creel reconoce que la primera “prueba de fuego” para el PRIAN es “romper” la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y evitar que López Obrador acumule más poder, pero el otro reto de la coalición es mantenerse unida los siguientes tres años ante los riesgos de cooptación del Gobierno.
De cuál es la expectativa de la coalición que él contribuyó a construir habla Creel, quien asegura que es muy competitiva ante la coalición de que encabeza Morena y que lidera López Obrador:
“La idea es poder reequilibrar los poderes en México. Ese es el verdadero objetivo que está detrás de todo este esfuerzo. Es evitar que el gobierno y su partido concentren el poder político que hoy detentan, que se expande no solamente al Congreso, se expande a muchas áreas del Poder Judicial, se expande a organismo de autonomía constitucional, se expande al federalismo, infortunadamente; gobernadores y municipios, se expande inclusive a medios de comunicación, y bueno se expande en una buena parte de la sociedad.
“Eso no es bueno para un país, independientemente de que no estamos de acuerdo con el proyecto político de Morena y de López Obrador, que ese es el tema sustantivo. El otro tema no es menos importante, balancear el poder, que el poder tenga un balance y tenga un reequilibrio. Esa es una de las ideas de los motores principales para esta campaña”.
–¿Y lo lograrán?, ¿los estudios de opinión que tienen indican eso, lograrán arrebatarle la mayoría a Morena y a sus aliados?, se le cuestiona.
–Estamos muy competitivos en los distritos de mayoría. Muy competitivos, no solamente en nuestros bastiones tradicionales, que son el centro del territorio, sino también todo lo que es el norte e inclusive algunos bastiones que tenemos en el sur como es el caso de Yucatán; Campeche viene evolucionando bien en la coalición, esperamos tener buenos resultados.
“Sí, creemos nosotros que estamos en una situación muy competitiva, primero para romper la mayoría constitucional que hoy tienen, y segundo, para muy probablemente romper la mayoría relativa que tienen en la Cámara y con esto poder, digamos, busca un rebalance de fuerzas, que yo estoy seguro, por otra parte, aunque pueda sonar contradictorio, que esto le conviene al Gobierno porque un equilibrio le va a permitir repensar muy bien la política pública, repensar muy bien el armado de su presupuesto y poder sacar adelante los grandes temas nacionales.
“La idea de la oposición no es que al Gobierno le vaya mal, sería absurdo, somos parte del Gobierno, seremos parte del Gobierno en el Congreso y lo somos en muchos estados de la República y en sinnúmero de municipios. La idea es buscar este proceso de diálogo, que por cierto no ha habido o ha habido de manera muy escasa, y aportar la experiencia que tenemos de errores y de aciertos para que esto suceda”, explica Santiago Creel.
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–¿Cuál es el compromiso político, no sólo jurídico, de una coalición como la que se ha articulado y que formalmente ya existe? ¿Cuánto va a durar?, ¿va a trascender la elección del 6 de junio?, ¿hay un compromiso político para que perdure durante toda la Legislatura?, ¿hay riesgo de que el propio Gobierno y su partido compren a diputados de esta coalición Va por México?
–El compromiso es hacer una coalición distinta a las q se han formado en el pasado, al menos del lado del PAN, que han sido fundamentalmente coaliciones de carácter electoral, y que han tenido poco efecto en el Gobierno o poco efecto en las legislaturas. En esta ocasión, uno de los aspectos centrales es hacer una coalición de largo plazo, una coalición que tenga un contenido que no sea solamente el resultado electoral, es importante ganar, pero eso no es lo más importante.
Lo más importante es lograr este objetivo central que te acabo de mencionar y para ello hemos suscrito, en primer lugar una plataforma electoral que ya está registrada en el INE, pero por otra parte 30 compromisos muy puntuales. Te comento algunos de ellos. Por ejemplo, el primero que me parece fundamental es la desmilitarización del país. No podemos seguir aceptando que 30 funciones civiles importantes, hoy en día estén en manos de las Fuerzas Armadas. Esto es un error, es un error en la principal función del Estado que es en la seguridad pública porque todo esto de la Guardia Nacional se hizo con la idea de civilizar, es decir de hacer un cuerpo civil y no un cuerpo militar.
Ahora resulta que la Guardia Nacional a través del último decreto que publicó el Gobierno, la Guardia Nacional tiene un mando militar, el 70 por ciento de sus integrantes son militares, sean marinos o miembros del Ejército, y esto no ha dado buenos resultados. La violencia se ha incrementado a niveles como nunca antes se habían visto en otros gobiernos, independientemente de que hoy se esté en una meseta como se argumenta; sí, nada más que es una meseta que nunca habíamos tenido desde el punto de vista de los índices de los crímenes más graves, que son los crímenes de homicidios violentos.
Entonces, fue una mala idea militarizar al país. Sí, fue un error, pero era un error que justamente López Obrador en campaña comprometió rectificar y no lo hizo, y no solamente no lo hizo, sino que sigue, digamos, de una manera sorprendente para todos nosotros, particularmente porque dice representar un proyecto de izquierda, en donde está militarizando funciones tan obvias que son de los civiles como la construcción de un aeropuerto, de una línea de tren, la administración, inclusiva ya hasta la propiedad, el título de propiedad, lo ha entregado.
Eso es grave, lo más grave desde mi punto de vista es en la parte de seguridad, es un error, así la violencia no va a bajar, así no se va a pacificar el país. Él lo debe saber mejor que nadie, estuvo en contra de la militarización desde que comenzó a ocurrir en el país, es un absurdo, lo dicen todos los expertos. Todos los que hemos estado en cuestión de seguridad sabemos que la violencia convoca violencia, y que el Ejército no está preparado para poder enfrentar el fenómeno del crimen organizado como lo está haciendo.
—Ese es uno de los puntos, Santiago, ¿qué otro de los puntos fundamentales, 30 compromisos, para este proyecto duradero?.
—El segundo compromiso es la defensa permanente de los órganos de autonomía constitucional. Desde el punto de vista de los límites del poder público, que en el fondo es lo que implica un proceso de democratización, es ir acotando al poder público, no solamente funciona el sistema de división de poderes, que tiene la problemática ahorita de contar con un partido que domina el Congreso, domina el Ejecutivo y que esto lo ha hecho como una especie de expansión, pero también el sistema de división de poderes se ve afectado cuando los organismo de autonomía constitucional, que es una división dentro del Poder Ejecutivo porque muchas de las funciones originarias de esos órganos autónomos se van poco a poco descentralizando en una autonomía constitucional.
Así surge el hoy INE, así surge la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así surge el Banco de México, así surge la Comisión de Competencia, la Comisión de Telecomunicaciones, el IFAI, etcétera. Entonces, para nosotros sí es muy importante los logros que hemos tenido en este proceso de acotamiento del poder presidencial, que es parte del proceso de democratización, su defensa, este es uno de los puntos torales.
Tercer punto toral que es fundamental, y aquí ya es más específico, tiene que ver con el manejo del Presupuesto. Estamos enormemente preocupados por las piezas legislativas que han prosperado y que le dan una enorme discrecionalidad al Gobierno para el manejo interior de la administración de los recursos públicos, y aquí es donde sí queremos poner los candados, que una nueva mayoría podría establecer, o que cuando menos, si no tiene mayoría la coalición de Morena, podríamos nosotros empezar a negociar.
En primer lugar, eliminar las facultades discrecionales, esto de andar moviendo las partidas o los sobrantes, los saldos no gastados de las distintas secretarías es verdaderamente absurdo, se genera una situación totalmente poco transparente, es muy difícil ejercer una rendición de cuentas adecuada.
Entonces, el segundo lugar, del propio Presupuesto, tiene que ver con buscar que los programas sociales puedan fortalecerse, ¿cómo fortalecerse? Con padrones públicos y transparentes ¿Quiénes son los beneficiarios? Que lo sepan ustedes, que lo sepamos nosotros, que existan auditorías independientes, que se le haga caso al Coneval, para eso creamos al Coneval, por eso el Coneval se constituyó como un órgano de autonomía constitucional.
Eso para nosotros también es muy importante todo lo que es el manejo de la política social, que sea un manejo sin sesgo electoral o político, y que podamos ir poco a poco a sistemas de políticas sociales universales. Eso es lo que nos ha dado mejores resultados. Si tú ves el programa de adultos mayores, que es un programa universal para los adultos mayores, es realmente el que mejor ha funcionado, es un acierto, y ya ha habido otros programas que empiezan ya a tener tracción, pero pensamos nosotros que eso no es suficiente.
Hay un estudio, muy interesante, que establece lo siguiente: a este paso que vamos, porque ahorita hablaremos de pobreza y hablaremos de ingreso per capita, lo que hemos perdido en estos años de Gobierno de Morena, este estudio que es muy interesante, que lo hizo el instituto de las transiciones, nos dice que al paso que vamos, ni en 70 años podríamos terminar con la pobreza, o sea que la política social, independientemente del nombre que tomen los distintos programas, la manera cómo está diseñada y actuada, es una manera de tal gradualidad que su impacto es mínimo, desde el punto de vista de la pobreza.
Mira, simplemente en esta crisis económica, 10 millones aproximadamente de más pobres tenemos, 10 millones y pasamos de 17 por ciento de pobreza extrema a 22 por ciento, que están abajo de la línea de pobreza. ¿Qué quiere decir esto? Que la política social mexicana llámese del partido que fuere, llámese la de nosotros, o la del PRI, o la de Morena, no solamente no está resultando, nos está dando resultados ya resultados muy decrecientes porque estamos ya 56 por ciento de la población de pobres, o sea más de la mitad de pobreza y ya no digamos de la situación de inequidad social o desigualdad que se le llama, en donde cada vez la renta, el ingreso nacional, se va a concentrar en más pocas manos, tenemos los más ricos del mundo, casualmente en México muchos de ellos, y los más pobres.
Esto yo creo que sí es una autocrítica a nosotros, o sea no sólo es algo de señalarle a López Obrador o a Morena. Yo creo que tenemos que hacer una reflexión muy profunda, nosotros, hemos llegado que debemos fijarnos como objetivo en primer lugar, dentro del Presupuesto, es acabar con la pobreza extrema, y esto lo podemos hacer prácticamente en los próximos años con un ingreso universal para todos ellos, que inmediatamente los pueda subir un escalón de tal manera que podamos empezar con una tracción distinta de lo que tenemos hoy en día. El segundo punto es focalizar, para fortalecer la política social, tenemos que hacerle mucho caso al medio ambiente…
—Cuando hablas de autocrítica, sí auténticamente “aprendieron la lección”, es una expresión que le escuché al presidente del PAN, a Marko Cortés, dice: “ya aprendimos la lección”, también se refiere al PRD y al PRI, ¿realmente la aprendieron? Porque buena medida de lo que vive el país es herencia de los gobiernos que hoy integran la coalición.
—Unas cosas sí son herencia y otras cosas no. No siempre es fácil distinguir qué lo es. Por supuesto, en el caso de la pandemia yo argumento que hay un muy mal manejo y que los resultados hubieran podido ser otros, igual que en la economía, o sea nuestra caída del Producto Interno Bruto (PIB) al 8.5 por ciento, yo creo que hubiera podido ser a la mitad, pero eso es otro tema.
El tema que tú dices, yo creo que es algo que sí nos debe de llevar a decir, ¿para qué es la política? O sea, por qué quiero yo ser Diputado, porque quiero yo estar en la vida pública, y para mí hay un tema que es el toral: es el bienestar. Si mi participación puede mejorar el bienestar vale la pena, sino no vale la pena. Ese es mi punto de vista y eso es lo que yo he expresado en las mesas y la política social no nos está funcionando, simple y llanamente no está funcionando, hay que ver los números, podemos tener diferencias si son 10 millones, siete millones, seis millones, a lo mejor podemos debatir sobre eso, pero lo que no podemos debatir es que no ha funcionado.
—Santiago, buenas tardes, ¿el que el PAN vaya con el PRI en una alianza no sería darle la razón a López Obrador, y a quienes por años han señalado que ambos partidos son lo mismo?
—Yo creo que la decisión de una coalición no es para ganar o perder un debate político. Que muchas veces es retórico más que real. Esta coalición es una coalición de causas, independientemente de cualquier otra circunstancia y nuestras causas están contenidas en nuestros 30 compromisos, unos de los cuales ya los he comentado, que son compromisos de largo plazo durante toda la legislatura, independientemente de todos los conflictos, las controversias, la competencia, la adversariedad que hemos tenido a lo largo del pasado con el PRI y en alguna menor medida con el PRD, y efectivamente así son las alianzas.
La política no se puede entender si no hay diálogo, si no hay acuerdos y si no hay alianzas. Tú velo por ejemplo en Alemania, el éxito del Gobierno de Angela Merkel fueron sus dos alianzas antagónicas, primero con el Partido Verde Alemán y segundo con los Social Demócratas. Lo mismo pasó en Chile con la concertacesión de partidos de derecha y de izquierda que se unen. Pero te voy a poner un caso mucho más cercanos, porque esto puede ser simplemente algo de ciencia política un poco distante para todos nosotros: la Constitución de la Ciudad de México.
Nadie podía creer que la Constitución de la Ciudad de México salió prácticamente por unanimidad todos o casi todos los artículos, y quiénes votamos: votó el PAN, votó el PRI, votó Morena, votó el PRD, votó el PT; el PES sí se salió en muchos de los artículos, votó el Verde. Entonces quiere decir que hicimos una alianza para hacer una Constitución como la de la Ciudad de México. Las alianzas cuando hay causas, y cuál era la causa de la alianza en la Constitución, pues su contenido.
—Hablaste, Santiago, de concertacesión en Chile, en realidad era la concertación, la concertacesión fue la de Carlos Salinas con el PAN.
—Si lo dije así fue un traspié, quise decir concertación. Tienes razón y está bien, tomo tu punto.
—Al final, Santiago, pues es el PRIAN, y es normal, es el cogobierno que hubo, PRI-PAN, desde el 88. Sólo que ahora se ha formalizado ya ante la autoridad electoral, hay una plataforma electoral, hay un conjunto de compromisos, 30, que garantizan, por lo que nos decías, que durará la próxima Legislatura, ¿o puede haber riesgos de que les compren diputados?
—Yo espero que no. Yo espero que esta coalición sea una coalición sólida a lo largo de la Legislatura. Eso es lo que yo espero, espero que todos nuestros integrantes, mujeres y hombres, de esta coalición sepan honrar la palabra dada, que ya está comprometida, que está suscrita, y está firmada. Hasta ahí es donde puede uno llegar.
—Desde que yo conozco en la participación suya en política, participó en los Acuerdos de Chapultepec, para la Reforma Electoral de 1996, en los Acuerdos de Esopo, para la instalación de la Cámara de Diputados en la LVII Legislatura, en 1997, en otros acuerdos y el más reciente hasta por el Pacto por México. Ahora, usted fue el articulador de esta coalición por qué no nos cuenta en la casa de Claudio X. González, en las pláticas, cómo fue el embrión para esta coalición ya formal.
—Tú sabes que hay una interlocución intensa siempre entre los dirigentes de los partidos y teníamos pláticas previas hasta el ingreso de Sí por México, desde meses atrás. Veníamos platicando una vez que ya los dirigentes estuvieron consolidados en sus partidos porque estamos esperando algunas reformas de algunos de ellos, la consolidación interna del propio PAN, y el caso también del PRD.
Hay que recordar que todos ellos estuvieron con situaciones internas pendientes, una vez que eso se fue disipando nos empezamos a reunir los dirigentes, con algún acompañante cada uno de ellos, en mi caso fue con Marko Cortés, para hablar de esto. ¿Y por qué? Porque había causas comunes. Estábamos viendo y teníamos una lectura de la realidad parecida, no igual, pero parecida, pero coincidíamos en algunos puntos y entonces empezamos a ver cartografía electoral, y en la cartografía electoral vimos que no sólo podíamos unirnos en causas, sino que podría haber una enorme complementariedad, no en todos los distritos ni en todos los estados de la República, pero sí en una buena parte de ellos que ya habíamos hecho de alguna manera una coalición legislativa, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, en algunos casos, no en todos. Por ejemplo, en el caso de la Guardia Nacional se pudo establecer un régimen de transitoriedad que nosotros pensamos que fue el que se violentó por parte del decreto del Presidente y por eso justamente se llevó a cabo con este bloque opositor, cuando Laura Rojas presente la controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia.
Ya teníamos, digamos, una base común porque nuestro coordinadores habían formado un bloque opositor y todo esto nos lleva a tener una dinámica, un diálogo constante, primero cada 15 días y después pues cada tercer día nos reuníamos.
—¿Ahí en la casa de Claudio X. González?
—En esto se reúnen con nosotros tanto Claudio (X. González) como Gustavo (De Hoyos) para plantearnos una agenda, una agenda como representantes de diversas organizaciones ciudadanas, más de 300, para suscribir con nosotros.
Entonces, empezamos un diálogo en torno a un programa, y ese programa acabó justamente en estos 30 compromisos, que fueron propuestas de ida y de regreso, como tú te puedes imaginar, y esa fue la relación que tuvimos con ellos.
No es una relación de carácter electoral, la cartografía y los acuerdos ya digamos de distrito por distrito pues eso lo hicimos los partidos, en el caso del PAN conjuntamente con nuestros jefes estatales, como tú sabes hay una enorme descentralización, para nosotros no era tan sencillo decir ‘este distrito va para un lado’, sino que teníamos que hacer las consultas, y cada partido hizo lo mismo.
Entonces, más bien el acuerdo electoral, y lo que va a ser ya la parte del Legislativo, es un acuerdo de coalición entre partidos, pero sí llevamos una agenda ciudadana, en donde además estimuló esa agenda ciudadana para que los partidos pudieran cohesionarse y esto facilitó también a muchos integrantes, ya militantes de cada uno de los partidos, para animarse porque había muchas dudas, como te puedes imaginar, las sigue habiendo de que esto pudiera funcionar.
—Santiago, en este sentido, ¿la agenda de la que habla llegará hasta 2024?, ¿en estas pláticas se consideró un candidato común para el proceso electoral de 2024 si los números los favorecen en este proceso de 2021?
—No, nunca se habló formalmente de ello, ni hay un compromiso sobre eso, pero sí está en mente de muchos de los que estamos viendo este escenario. Primero, yo creo que la prueba de fuego es la elección, la segunda prueba de fuego será el comportamiento que tenga la coalición en la Legislatura y si todo eso va bien, yo veo que podría haber condiciones de empezar a platicar eso en su momento dado. No sé si será al final del 22, a principios del 23, en fin, cuando esto sea oportuno, pero no hay un compromiso como tal en este momento.
—¿Podrías tú buscar ser candidato presidencial, Santiago?
—No mira, no está dentro de mis planes. Yo la verdad es que estaba más dedicado, como tú sabes hacia el partido, inclusive difícilmente tomaba yo a los medios de comunicación o redes, y no lo quería hacer para generar yo una expectativa y para poder generar al interior del partido una autoridad neutral que pudiese arreglar conflictos, que fue lo que estuve yo haciendo en los últimos años, conflictos internos.
En este momento, sí consideré que era mi deber estar en el ojo público, ante la opinión pública, dando mis ideas, haciéndolo con argumentos, y no solamente en las mesas de negociación o al interior del partido, siento una obligación, el país no va bien, siento que Morena no ha sabido gobernar como mucha gente hubiera esperado y creo que esta reconformación de la oposición genera una esperanza y una alternativa, por eso estoy ahí.
—Una última cosa, Santiago. Pues sí, insisto en la pregunta, es darle la razón histórica a López Obrador, es el polo del PRIAN, los conservadores, contra Morena y los suyos, los liberales.Ya están dos proyectos claros, antagónicos, en curso.
—Efectivamente. Yo creo que el elector tendrá que optar entre dos visiones, saben lo que hemos hecho, lo bueno y lo malo.
La vida institucional para nosotros ha sido muy importante y la queremos defender, defender las cosas buenas que hicimos durante el Gobierno, y también con una autodosis de autocrítica, como la que hemos platicado, y otras más, porque queremos hacer las cosas diferentes. Yo creo que es momento de que el elector vea las dos historias, vea estos resultados, y yo no creo que el elector vaya a comprar la idea completa de que todo el mal viene del pasado porque sino, imagínate, el Tratado de Libre Comercio, entre Canadá y Estados Unidos, que pues es un motor ahorita para el Gobierno, son fuentes de divisas increíbles, es el motor que mejor está funcionando, si lo fueran a rechazar, bueno pues esto es producto de nosotros, es decir de los que estuvimos del otro lado, y también es producto todas estas instituciones nuevas que se han creado, con muchos de ellos estaban en el PRD, por cierto, me tocó participar con muchos de ellos en el INE, acuérdate que inclusive yo di el dictamen de Tabasco, me fui a los juicios políticos, por cierto ahí ya no me acompañó el actual Presidente, pero el que dio la batalla fui yo, el que prácticamente a golpes terminábamos las sesiones, y ahí estuve, ahí estuve dando la batalla, el que resguardó las cajas del fraude fui yo, ahí en el Hotel Catedral, ahí me pasé yo más de 24 horas.
En fin, hemos hecho, yo creo que un proceso de transición pacífico, con muchos altibajos, pero eso es lo que yo quiero defender, y a eso vengo, vengo a defender la otra historia, la otra versión de las cosas que también sucedieron.
—¿Es la elección del 6 de junio un voto por el cambio o por la continuidad?
—Es un voto por la… es muy interesante esto y te lo quiero contestar de una manera muy precisa. Es un voto sí por el cambio, pero también por la continuidad, ¿y por qué por la continuidad? Por que yo sí creo que debemos tener un árbitro electoral y que no se le debe golpear y menos exterminar al INE, yo sí creo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos debe ser el abogado defensor del pueblo; no ha emitido una sola recomendación por pandemia, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, una sola, ni siquiera por los médicos o el personal médico que no ha recibido al día de hoy vacunas, es increíble, yo sí quiero un IFAI que nos garantice la transparencia, un Coneval que revise bien los programas sociales, un Inegi que nos dé los datos nacionales, pues es lo que hemos construido. A mí me ha tocado, y tú lo sabes, estar redactando como lo hicimos en la reforma en materia de derechos humanos. Pensaba que no iba a salir, bueno pues salió, y tenemos todo el cúmulo de tratados internacionales hoy vigentes, defendibles en tribunales, entonces tenemos un patrimonio que yo sí quiero defender, porque eso es parte de mi generación.
No nos salieron otras cosas y todos cometimos muchos errores, errores que pues que hay que reconocer y hay que rectificar. Entonces, también es una buena oportunidad de rectificación, pedimos una segunda oportunidad.